Martires de El Salvador

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

II Masacre del río Sumpul

12 de Junio de 1982

Más de 300 campesinos, casi todos niños, mujeres y ancianos, son asesinados cuando intentan alcanzar la frontera de Honduras. Después de los combates con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, tropas especializadas de El Salvador y Honduras, con asesores norteamericanos, atacan durante 15 días a la población civil de Cabañas y Chalatenango.

El 29 de mayo, más de 700 campesinos indefensos de Los Amates y Santa Anita inician un éxodo masivo, desesperado hacia la frontera. Tratan de ocultarse en montes y cañadas, comiendo hierbas y raíces. Los soldados los persiguen ametrallando, matando de cualquier manera a los que logran alcanzar. Llegados al río Sumpul, agotados, algunos heridos, aterrorizados, los campesinos intentan cruzarlo. Los niños y ancianos no resisten la fuerza de las aguas y mueren ahogados. Como dos años atrás, el Sumpul vuelve a teñirse de sangre inocente.

Quienes alcanzan la orilla hondureña son rescatados por observadores internacionales, que se enfrentan duramente a oficiales y soldados para conseguirlo. Logran llevarlos al campamento de refugiados de Mesa Grande. Apenas quedan 163 campesinos extenuados, desgarrados por el dolor. Como esa pareja que, después de perder una niña, corre a refugiarse a una casa; cuando se acercan escuchan gritos de mujeres y niños que están siendo quemados vivos en ella. O esa madre que llega a Mesa Grande totalmente muda: ha perdido a sus seis hijitos. Todos han presenciado escenas horripilantes, sanguinarias. Algunos mueren apenas llegados. Sólo piden que rescaten a los compañeros dispersos por los montes. Ellos vivirán para luchar por la paz.




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