Miguel
Ángel Ortiz
12
de Noviembre de 1987
Laico, miembro de la comunidad cristiana del cantón
Plan del Pino, cercano a Ciudad Delgado, departamento
de San Salvador, El Salvador. Asesinado por la Policía
de Hacienda.
Miguel
Angel, juntamente con otros dos miembros de la comunidad,
cuida esa noche el convento de las Hermanas Carmelitas
Misioneras. Las religiosas son objeto de continuas amenazas.
Seis meses antes cinco hombres interrumpen en su casa,
a medianoche, rompiendo puertas, cateando las habitaciones,
robando sus pertenencias y el dinero. De allí
que los miembros de la comunidad deciden hacer guardia
para preservar la vida de las hermanas.
Esa
noche del 12 de noviembre tres hombres armados se introducen
en el terreno que rodea el convento. Al oír ruidos,
los guardadores salen al patio. Se escuchan disparos,
mientras los intrusos golpean los barrotes de la casa
para entrar en ella. Las religiosas ponen a funcionar
la alarma conectada a la torre de la iglesia. Al mismo
tiempo, los compañeros de Miguel Angel, sin ser
vistos, entran al templo y piden auxilio a los vecinos
con un megáfono. Cuando todos acuden al patio
constatan que Miguel Angel ha muerto en medio de un
charco de sangre. El hecho, que conmueve al cantón
y especialmente a la comunidad cristiana, no es único.
Todos los vecinos sufren continuas amenazas, cateos,
robos, muerte.
En
su homilía del 15 de noviembre, monseñor
Rivera condena como hecho especialmente grave el asesinato
de "un hombre bueno, cristiano comprometido, que
sólo se dedicaba a su familia, a su trabajo y
a la labor apostólica en la Iglesia". El
obispo acusa directamente a la Policía de Hacienda
como autora del hecho. Miguel Angel, servidor humilde
de sus hermanos, es un nuevo mártir de El Salvador.