Ernesto
Fernández Espino
10
de Enero de 1985
Pastor de la Iglesia luterana, mártir de los
refugiados del pueblo salvadoreño. Pastor de
la Iglesia Luterana en San Miguel. Asesinado por el
ejército. La muerte de Ernesto es una consecuencia
de su trabajo social y de acompañamiento al pueblo
salvadoreño, especialmente a los refugiados y
desplazados, como consecuencia del acoso permanente
de las Fuerzas Armadas contra la población civil.
La
Iglesia Luterana, ante todo, busca la paz en El Salvador
y el servicio a los más necesitados; para esto
tiene a su cargo varios refugios en la capital y otras
ciudades. Su obispo, Medardo Gómez, y una larga
lista de miembros de su Iglesia y de cooperantes extranjeros,
deben salir del país, acusados de colaborar con
la guerrilla y por ello amenazados de muerte.
Otros
pastores y laicos son detenidos y torturados física
y psicológicamente. Ernesto es despedido en la
puerta de su casa por su esposa Concepción, en
la mañana del 9. No vuelve a tener noticias de
él hasta que se encuentra su cadáver,
terriblemente mutilado, en un poblado rural en las cercanías
de la ciudad de San Miguel. Testigos oculares aseguran
haber visto a Ernesto a las 5 de la mañana del
día 10, escoltado por dos uniformados. Horas
más tarde, el jeep del pastor fue visto escoltado
por dos soldados y, por último, estacionado frente
al cuartel del batallón Arce, del ejército
salvadoreño. Miembros de ese batallón
niegan a su esposa y a miembros de su Iglesia que el
automóvil de Ernesto hubiera estado frente al
cuartel.
Ernesto,
mártir de la Iglesia Luterana en El Salvador,
firma con su sangre su testimonio de fe en el Dios de
la Vida y de servicio a sus hermanos.